En numerosas ocasiones se pone en duda la validez del sistema democrático directo, especialmente cuando se aborda desde el punto de vista de la madurez de los individuos que tienen la responsabilidad de decidir. La falta de información o simplemente de formación en política de la que somos testigos, es claramente la causante del éxito que cosechan este tipo de críticas.
A pocos nos agrada esta situación, especialmente a los que nos consideramos demócratas, pero no todos se comprometen a cambiarla. En demasiadas ocasiones es la propia clase política la que cierra el acceso a la información a los ciudadanos y consigue con ello algo que suele interesar a quien ocupa el poder: desinterés y poca crítica a la gestión realizada.
En relación con esto surge una reflexión: ¿De qué sirve que participemos si no sabemos lo que debemos hacer y todo nuestro juicio se sustenta en una mezcla de sentimientos e incertezas? No será mejor que cedamos nuestro voto a un chimpancé y que él decida nuestro futuro. Me cuentan algunos colegas financieros que eso hicieron en la bolsa y el chimpancé en cuestión obtuvo buenos resultados.
Entrando en materia, lo que queda claro es que de poco o nada sirve opinar si antes no se ha estudiado la situación a resolver. Es en este punto donde el acceso a la información es clave y el papel de las instituciones debe ser proactivo y ofrecer información detallada.
Los ciudadanos deberán velar por que el Gobierno de turno respete este principio y castigarlo si lo incumple. En la difusión de información tienen especial relevancia !Cómo No! Las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
El mejor ejemplo que hoy día se me ocurre para ilustrar el empeño de algunos Ayuntamientos por mantener informados a sus ciudadanos es la página Web del Ayuntamiento de Irún que entre otras cosas ha recibido ya unos cuantos premios. Su dirección es la siguiente: http://www.irun.org.
Sin duda os la recomiendo como ejemplo para vuestras ciudades y os invito a compararla con otras páginas Web de municipios de España. Y por supuesto os animo a que le pidais a vuestro alcalde que la iguale o la supere. Esto es solo un entrante, las páginas Web municipales sirven de avanzadilla a lo que debe ser una mayor implicación. Como entrante no está mal.
A pocos nos agrada esta situación, especialmente a los que nos consideramos demócratas, pero no todos se comprometen a cambiarla. En demasiadas ocasiones es la propia clase política la que cierra el acceso a la información a los ciudadanos y consigue con ello algo que suele interesar a quien ocupa el poder: desinterés y poca crítica a la gestión realizada.
En relación con esto surge una reflexión: ¿De qué sirve que participemos si no sabemos lo que debemos hacer y todo nuestro juicio se sustenta en una mezcla de sentimientos e incertezas? No será mejor que cedamos nuestro voto a un chimpancé y que él decida nuestro futuro. Me cuentan algunos colegas financieros que eso hicieron en la bolsa y el chimpancé en cuestión obtuvo buenos resultados.
Entrando en materia, lo que queda claro es que de poco o nada sirve opinar si antes no se ha estudiado la situación a resolver. Es en este punto donde el acceso a la información es clave y el papel de las instituciones debe ser proactivo y ofrecer información detallada.
Los ciudadanos deberán velar por que el Gobierno de turno respete este principio y castigarlo si lo incumple. En la difusión de información tienen especial relevancia !Cómo No! Las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
El mejor ejemplo que hoy día se me ocurre para ilustrar el empeño de algunos Ayuntamientos por mantener informados a sus ciudadanos es la página Web del Ayuntamiento de Irún que entre otras cosas ha recibido ya unos cuantos premios. Su dirección es la siguiente: http://www.irun.org.
Sin duda os la recomiendo como ejemplo para vuestras ciudades y os invito a compararla con otras páginas Web de municipios de España. Y por supuesto os animo a que le pidais a vuestro alcalde que la iguale o la supere. Esto es solo un entrante, las páginas Web municipales sirven de avanzadilla a lo que debe ser una mayor implicación. Como entrante no está mal.
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